Solo han bastado 2 días para enamorarme, para enamorarme de esas sonrisas, de esas caritas llenas de felicidad, ignorancia y juego.
3 meses son los que me ha costado adaptarme, y me ha costado si, pero no quiero des-adaptarme. El problema ahora es a adaptar-me a la otra realidad.
Tienes un problema y lloras, no sabes que hacer, te acuestas con dolor de cabeza pensando que no vales nada...pasa la noche y te levantas peor...coges la moto, arrancas, vas a contracorriente, el viento te golpea, te hiela, respiras hondo y quieres volver pero de pronto llegas al sitio y...ZAS! Todo lo de antes son tonterías vale la pena estar así para llegar y verles a ellos y ellas, sus caras de amor y su beso de recibimiento haces que lo de antes te sepa a nada, a pasado y es tan gratificante, aunque te saquen de las casillas, de la última casilla que crees que te queda al final del día. Es tan maravilloso poder compartir esas horas de tu vida con ellos, es tan bonito que lleguen a tu vida y con sus llantos, gritos y risas te la llenen hasta el final...
Esto se termina, y aunque piense que no los volveré a ver, no, si que los volveré a ver y si en el futuro tengo la oportunidad hablaré y les enseñaré esta época de mi vida, que gracias a ellos se llenó de cariño, ternura y felicidad.
Esto es una parte del día, porque por otra parte conocer a la mujer, a la maestra mas maravillosa del mundo, con su santa y infinita paciencia, con su amor, regalando cariño todos los días, amándolos como si fueran suyos, ofreciéndoles todo lo que ella tiene...es tan maravilloso ver ese vinculo de amor entre ella y ellos/as que vale la pena levantarse para presenciar los minutos compartidos con ellos conjuntamente.
Aunque se acabe siempre formará parte de mi, esta etapa ha significado mucho más de lo que pensaba y quería... y estoy orgullosa de mi misma, aunque costará olvidarse de los mocos, del llanto, de la risa, de las miradas de incertidumbre, de las palabras venidas de la mas infantil ignorancia, de esas miradas de cariño y amor...
Este es el final de otra etapa, aunque si corta, pero intensa.
Siempre en mi corazón.
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